DIVERSIDAD SEXUAL Y DISCAPACIDAD: UNA REALIDAD INVISIBILIZADA
- By: Inclusión
En su reciente estudio "Diversidad Sexual en la Discapacidad: Una Realidad Invisibilizada", Maribel Ortega Álvarez, psicóloga y orientadora en sexualidad, arroja luz sobre una temática fundamental y a menudo ignorada: la sexualidad y la diversidad sexual en personas con discapacidad.
Ortega Álvarez destaca que la sexualidad es una dimensión esencial del ser humano, que incluye el género, el erotismo, el vínculo afectivo y la reproductividad. Esta interacción de factores biológicos, psicológicos, socio-económicos, históricos, culturales, religiosos y espirituales da lugar a una amplia diversidad en la vivencia de la sexualidad. La diversidad sexual abarca una variabilidad de orientaciones y expresiones de género, incluyendo estados intersexuales, transexualidad, transgénero y diferentes orientaciones sexuales como la homosexualidad, bisexualidad y heterosexualidad.
El estudio de Ortega Álvarez resalta que, al igual que las personas sin discapacidad, aquellas con discapacidad también forman parte de esta diversidad sexual. Sin embargo, su sexualidad a menudo no es tomada en cuenta debido a prejuicios y estigmas persistentes. La percepción errónea de que las personas con discapacidad no tienen sexualidad, o que sus deseos son exacerbados, contribuye a la invisibilización de sus derechos sexuales y reproductivos.
El estigma asociado a la discapacidad y a la diversidad sexual puede generar barreras significativas para el desarrollo pleno de estas personas, tanto en términos de aceptación social como de acceso a servicios adecuados de salud y educación sexual. Ortega Álvarez subraya la necesidad de un nuevo paradigma que enfoque las capacidades y derechos de las personas con discapacidad, promoviendo una cultura de respeto y equidad.
El informe también aborda el impacto negativo de la homofobia y los prejuicios hacia las comunidades de diversidad sexual, los cuales se amplifican en el caso de personas con discapacidad. Esta doble discriminación puede llevar a mayores niveles de violencia, rechazo y exclusión, tanto en el ámbito familiar como institucional.
Para abordar estos desafíos, Ortega Álvarez propone fomentar la educación en sexualidad y diversidad sexual en instancias para personas con discapacidad, dirigida tanto a esta población como a su entorno cercano. Es crucial trabajar contra la discriminación y el estigma, promoviendo y defendiendo los derechos humanos, sexuales y reproductivos de todas las personas, independientemente de su discapacidad o orientación sexual.
Este estudio es una lectura imprescindible para comprender mejor las complejas intersecciones entre discapacidad y diversidad sexual, y para abogar por un cambio significativo en la forma en que estas realidades son percibidas y tratadas en nuestra sociedad
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