¿ES POSIBLE INSTALAR UN MONITOREO DE BARRERAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO PARA MEJORAR LA MOVILIDAD DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD?
- By: Inclusión
En la Ciudad de México, una metrópoli de constante evolución urbana y arquitectónica, surge una pregunta crucial: ¿es posible mejorar significativamente la movilidad para las personas con discapacidad mediante el diálogo con las autoridades y la implementación de un sistema de monitoreo de barreras urbanas? A pesar de los avances en políticas de desarrollo urbano, aún existen desafíos importantes en la integración de necesidades específicas de accesibilidad en la planificación urbana.
La Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal, aunque establece marcos para el desarrollo sostenible y la participación ciudadana a través del Consejo para el Desarrollo Urbano Sustentable (Conduse), parece omitir directrices específicas que aborden integralmente las necesidades de las personas con discapacidad. A pesar de que el Conduse está diseñado para ser un organismo inclusivo y representativo de varios sectores de la sociedad, hay una falta notable de enfoque en la accesibilidad universal como parte de su agenda.
La próxima persona titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de la CDMX, deberá revisar que el Programa General de Desarrollo Urbano, sea elaborando con la ayuda de más de especialistas, pero sobre todo con un diálogo abierto con las personas con discapaciad usuarios del espacio público, y así definir una agenda INCLUSIVA de la política y estrategia urbana. Si bien hay avances durante este gobierno, se sigue observando una brecha en la consideración específica de las barreras que enfrentan diariamente las personas con discapacidad.
En respuesta a esta necesidad, INCLUSION sugiere la creación de un sistema de monitoreo de barreras urbanas que identifique y catalogue los obstáculos a la movilidad en toda la ciudad. Este sistema permitiría no solo un diagnóstico claro y actualizado, sino también la formulación de políticas específicas para eliminar estas barreras. Además, proponen la ampliación de la red de semáforos acústicos y el control más riguroso de la circulación de bicicletas y otros vehículos en aceras, acciones que beneficiarían enormemente a quienes enfrentan desafíos de movilidad.
Para que estos cambios sean efectivos, se requiere un diálogo continuo y focalizado con las personas con discapacidad, quienes deben estar representadas de manera significativa en todos los niveles de la toma de decisiones. Así, el diseño universal no solo sería un principio normativo, sino una práctica cotidiana en el desarrollo urbano de la Ciudad de México.
Este diálogo y estas medidas propuestas representan un camino hacia una ciudad verdaderamente inclusiva y accesible. La colaboración entre el gobierno, los expertos y la comunidad es fundamental para transformar la infraestructura y la cultura urbana, asegurando que la Ciudad de México sea un espacio funcional y seguro para todos sus habitantes, independientemente de sus capacidades físicas